En los últimos tiempos, uno de los factores más críticos y que generan mayor discusión en lo que respecta a las disputas de arbitraje internacional no tiene relación con el proceso o las disputas en sí mismas, sino con el mercado paralelo que permite que muchos de estas tengan posibilidades de concretarse: La financiación por parte de terceros. Si bien últimamente este tema ha tomado auge, la financiación no es en absoluto algo nuevo en esta industria y durante los últimos años mucho se ha escrito sobre el crecimiento que tendría esta industria en la región latinoamericana. Si bien es cierto que Latam ha visto un incremento constante en el uso del thirdparty funding (TPF), lamentablemente es una región que en muchos aspectos aún es nueva en la financiación de terceros, especialmente si se compara con los países de habla inglesa, y aún no ha crecido al ritmo esperado.
El TPF nació como un medio de acceso a la justicia y es previsible que en el mundo post-COVID, dado el significativo impacto que ha tenido especialmente en los países latinoamericanos, precisamente el acceso a la justicia sea un tema clave en el ámbito de los litigios que se relacionen con los mismos.
Tal vez estas sean las circunstancias que finalmente propiciarían ese gran “boom de la financiación” en la región. Si tenemos en cuenta el grado en que las industrias locales se han visto afectadas en los países de Latam, se prevé que América Latina dé pasos en el mundo de la financiación a un ritmo más rápido. Ante la actual coyuntura, es conveniente volver a promover el TPF como un recurso para el cual fue desarrollado: el acceso a la justicia. Los escenarios de los litigios ya están en aumento y, lamentablemente, para muchos los recursos son escasos y tienen como destino otras prioridades. ¿Es ahora la hora de Latam para el TPF o las dificultades sistémicas seguirán ahogando su potencial en una región que podría beneficiarse más de las soluciones de transferencia de riesgos de costes?
In recent years one of the trendiest topics when it comes to international arbitration disputes deals is not the process or the dispute, but with the parallel market that allows for many of these to see the light of day: Third-Party Funding. As trendy as funding may be, it is by no means a new thing in International Arbitration and for the last few years many have written about the surge the industry was expected to have in the Latin American region. Though it is true that Latam has seen a steady increase in the use of TPF, it is unfortunately a region that is in many respects still new to the third party funding, especially when compared to English speaking countries, and it has not grown at the expected pace.
Perhaps this is the state of affairs that would finally account for that big “funding boom” in the region. When we consider the degree to which local industries have been hit in Latam countries, it is anticipated that Latin America will be taking steps into the funding world at a more rapid pace. It is therefore in the aftermath of covid that it is appropriate to again promote TPF as a recourse it was developed for: access to justice. Dispute scenarios are already on the rise and regrettably for many resources are now at an all-time low. Is it now TPF’sLatam hour or will systemic difficulties continue to stifle its potential in a region that could most benefit from cost risk transfer solutions?
El Autor Andrea es un miembro clave del equipo de análisis legal de Profile Investment. Andrea se especializa en arbitraje internacional y resolución de disputas transfronterizas en múltiples jurisdicciones. Si tiene alguna pregunta, no dude en ponerse en contacto con Andrea por correo electrónico en arosadouribe@profileinvestment.com
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The Author Andrea is a key member of Profile Investment’s legal analysis team. Andrea specializes in international arbitration and cross border dispute resolution in multiple jurisdictions. If you have any questions, please do not hesitate to get in touch with Andrea via email on arosadouribe@profileinvestment.com